Habría que recordar
las más que trágicas
misiones en Bosnia
para encontrar un
dolor semejante en
la ceremonia de
cumpleaños de la
Brigada de la
Legión. El
tradicional 20 de
septiembre estuvo
marcado por la
muerte de nada menos
que cinco de los
suyos, de aquellos
que se sienten de
una manera especial.
El recuerdo a los
brigadas Manuel
Velasco y Antonio
Navarro quienes
junto con el
sargento José
Francisco Prieto
González fallecieron
en una explosión el
pasado mes de mayo,
lo compartieron con
los familiares del
cabo José Pardo,
propuesto para uno
de los premios de la
Legión que debía
haber recibido ayer
y el más reciente
atropello mortal del
teniente Ignacio
Blanco, tiñeron de
negro el tradicional
verde de sus
uniformes.
Precisamente el momento más emotivo fue la entrega de la Cruz al Mérito Militar con distintivo amarillo a la viuda del Brigada Maldonado, uno de los legionarios que perdieron la vida en un ejercicio táctico en el campo de maniobras de Viator. También se recordó una de las acciones llevadas a cabo en una misión en Afganistán, cuando el 7 de marzo de 2012 el sargento José Moreno Ramos abandonó su puesto de tirador para socorrer y salvar la vida de un legionario herido, lo que le causó una fuerte hemorragia. Su valor fue distinguido ayer con la Cruz al Mérito Militar con Distintivo Rojo. En esa misma acción, el Teniente Ramón Prieto dirigió la operación del legionario herido. Unos meses antes, el cabo Juan Fernández, también bajo fuego enemigo en Afganistán dirigió una evacuación y regresó a su puesto, al igual que el Cabo Juan Jesús Martínez quien desarrolló varias labores de escolta donde tuvo la oportunidad de demostrar un coraje que salvó decenas de vidas de sus compañeros.
Todos ellos estuvieron presentes en cada uno de los actos que el peculiar estilo legionario ha hecho suyo como ningún otro cuerpo del ejército. El General jefe de la Brigada de Viator, Juan Jesús Leza, en el que presumiblemente sea el último aniversario que presida al frente de la Brigada legionaria, reconoció que "desde el espíritu de Amistad de cada una de las unidades y desde las voluntades de todos y cada uno de los aquí formados, este acto se realiza en su memoria". En otro de los momentos, cuando se gritan los "vivas" a España, al Rey y a la Legión, ordenó hacerlo "levantando con nuestro gorro el de aquellos compañeros que ya no están aquí". Leza también quiso hacer mención a la crisis "como la que vivimos", un momento en el que la Legión "debe suponer un depósito de valores. Y es conocido la intensa conexión de las unidades de la Legión con la población; somos en consecuencia, no sólo un depósito, sino también un elemento transmisor de valores y aglutinador en torno a la idea de España". También animó a seguir siendo "útiles desde esa disponibilidad, pero también desde nuestro prestigio".
La Legión, su creación en momentos complicados, su particular manera de combinar las tradiciones que desde hace 93 años, deben ser "conservados; mantendremos nuestra historia, nuestro ideario y lo haremos, como lo fue en nuestra creación para ser los más operativos, los de más alta disponibilidad y los primeros frente al enemigo".
El acto, en el que tomaron parte más de 1.850 personas entre las unidades de Cuartel General, el Tercio Don Juan de Austria, el Grupo de Artillería, el Grupo Logístico y el Batallón de Zapadores (en el que se ha cebado la desgracia ya que a él pertenecían los fallecidos de la Brigada) estuvo presidido por el Teniente General Jefe de la Fuerza Terrestre, José Ignacio Medina Cebrián. En el mismo fue distinguido como legionario de honor Alfonso Rojas Salcedo, presidente del Círculo de Amigos de las Fuerzas Armadas de Jaén y contó con representantes del Ejército brasileño en la persona de su Agregado de defensa Coronel Jacinto Maia.
Precisamente el momento más emotivo fue la entrega de la Cruz al Mérito Militar con distintivo amarillo a la viuda del Brigada Maldonado, uno de los legionarios que perdieron la vida en un ejercicio táctico en el campo de maniobras de Viator. También se recordó una de las acciones llevadas a cabo en una misión en Afganistán, cuando el 7 de marzo de 2012 el sargento José Moreno Ramos abandonó su puesto de tirador para socorrer y salvar la vida de un legionario herido, lo que le causó una fuerte hemorragia. Su valor fue distinguido ayer con la Cruz al Mérito Militar con Distintivo Rojo. En esa misma acción, el Teniente Ramón Prieto dirigió la operación del legionario herido. Unos meses antes, el cabo Juan Fernández, también bajo fuego enemigo en Afganistán dirigió una evacuación y regresó a su puesto, al igual que el Cabo Juan Jesús Martínez quien desarrolló varias labores de escolta donde tuvo la oportunidad de demostrar un coraje que salvó decenas de vidas de sus compañeros.
Todos ellos estuvieron presentes en cada uno de los actos que el peculiar estilo legionario ha hecho suyo como ningún otro cuerpo del ejército. El General jefe de la Brigada de Viator, Juan Jesús Leza, en el que presumiblemente sea el último aniversario que presida al frente de la Brigada legionaria, reconoció que "desde el espíritu de Amistad de cada una de las unidades y desde las voluntades de todos y cada uno de los aquí formados, este acto se realiza en su memoria". En otro de los momentos, cuando se gritan los "vivas" a España, al Rey y a la Legión, ordenó hacerlo "levantando con nuestro gorro el de aquellos compañeros que ya no están aquí". Leza también quiso hacer mención a la crisis "como la que vivimos", un momento en el que la Legión "debe suponer un depósito de valores. Y es conocido la intensa conexión de las unidades de la Legión con la población; somos en consecuencia, no sólo un depósito, sino también un elemento transmisor de valores y aglutinador en torno a la idea de España". También animó a seguir siendo "útiles desde esa disponibilidad, pero también desde nuestro prestigio".
La Legión, su creación en momentos complicados, su particular manera de combinar las tradiciones que desde hace 93 años, deben ser "conservados; mantendremos nuestra historia, nuestro ideario y lo haremos, como lo fue en nuestra creación para ser los más operativos, los de más alta disponibilidad y los primeros frente al enemigo".
El acto, en el que tomaron parte más de 1.850 personas entre las unidades de Cuartel General, el Tercio Don Juan de Austria, el Grupo de Artillería, el Grupo Logístico y el Batallón de Zapadores (en el que se ha cebado la desgracia ya que a él pertenecían los fallecidos de la Brigada) estuvo presidido por el Teniente General Jefe de la Fuerza Terrestre, José Ignacio Medina Cebrián. En el mismo fue distinguido como legionario de honor Alfonso Rojas Salcedo, presidente del Círculo de Amigos de las Fuerzas Armadas de Jaén y contó con representantes del Ejército brasileño en la persona de su Agregado de defensa Coronel Jacinto Maia.